domingo, 7 de agosto de 2011

un clásico

el ciclo bergman continúa, muy lento, uno al año, pero denso
la pregunta es casi siempre la misma, con admiración y un punto de verguenza: ¿y cómo no había visto yo esto aún? pero tampoco está mal verlas ahora, con ojos distintos, es como verla dos veces
la escena en que tras conocer la muerte de su hija derriba un abedul, original manera de narrar la rabia, y esa agua purificadora que brota (el manantial) cuando levantan el cuerpo...

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