en los pliegues del día ocurre lo mejor, lo que ocurre sin verse
un libro que no sé cómo entró en esta casa, un libro de cartas comerciales en cuatro idiomas, el Polyglot Correspondent, edición de 1911, justo hace cien años, lo hojeo y descubro un nombre (A. Carauna, o Caranma, o tal vez Casanova), seguido del lugar y la fecha (London, 1929) donde debió ser adquirido, uno de esos objetos que conllevan una buena cantidad de preguntas, tal vez Casanova o Caranma gastó innecesariamente su dinero, salvo esa indicación de propiedad (de qué le sirvió, si un desconocido, de otra época inconcebible cuando se adquirió, ha acabado siendo su propietario), el libro está intacto
una biblioteca es también, por tanto, una colección de momentos
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