viernes, 26 de agosto de 2011

paréntesis sin causa y respiro

esta noche viento cargado de salñitre y un oleaje furioso, en ese mar que parecía condenado a ser una charca climatizada, lo ha anticipado quizá ese instante del atardecer en que justo al ocultarse la estrella tras la montaña (muy cerca el Mondúver) se ha notado una ondulación creciente en las olas, la tarde pesada, plúmbea, ardiente ya era entonces fresca
y mientras tanto ese abismo del pasado, indagar ahora aunque con ello "sólo" se quiera hacer literatura, fabulación, cómo fueron realmente las cosas, cómo se vivieron; ese abismo responsable tal vez de que ayer callara aquí, un día en blanco, un paréntesis
pero es más terrible ese otro abismo, el del futuro

miércoles, 24 de agosto de 2011

no, por favor

no perdamos la calma, tiene que haber días en que uno no pueda decir nada de ellos, y ello no significa que no hayan sucedido cosas memorables (cada paso en un camino lo es)

restaurando

o mejor dicho, cumpliendo tardíamente con la sacrosanta periodicidad de este sitio: el factor humano siempre (sueño, cansancio, que si en el ordenador están viendo una película), y no pasaría nada, claro, si el 23 de agosto de 2011 no existiera aquí, ni de pasada, pero ese día merece una mención, fue un día como todos los que hacen la historia del mundo, pero también algo más: se leyeron palabras, frases, menmorables y bien construídas, y se consignaron otras que intentaron serlo, hubo imágenes hermosas, y también dulces y atribulados sueños
que conste

lunes, 22 de agosto de 2011

trance

a veces el coleccionista solo piensa en dormir
dormir por partida doble
como duerme últimamente, como en trance
(sí, quizá haya otra vida en el sueño, pero a mí me suele pillar dormido)

domingo, 21 de agosto de 2011

pliegues

en los pliegues del día ocurre lo mejor, lo que ocurre sin verse
un libro que no sé cómo entró en esta casa, un libro de cartas comerciales en cuatro idiomas, el Polyglot Correspondent, edición de 1911, justo hace cien años, lo hojeo y descubro un nombre (A. Carauna, o Caranma, o tal vez Casanova), seguido del lugar y la fecha (London, 1929) donde debió ser adquirido, uno de esos objetos que conllevan una buena cantidad de preguntas, tal vez Casanova o Caranma gastó innecesariamente su dinero, salvo esa indicación de propiedad (de qué le sirvió, si un desconocido, de otra época inconcebible cuando se adquirió, ha acabado siendo su propietario), el libro está intacto
una biblioteca es también, por tanto, una colección de momentos

sábado, 20 de agosto de 2011

muchos ríos que cruzar

en esta noche de agosto confluyen aguas de diversos ríos

hace nada veíamos las luces de la ciudad (poco más de 3 x 2 en un lienzo imaginario), sus puntitos blancos y amarillos como en una constelación de nombre mitológico, y luego, ya abajo, ya parte de ese lienzo, oigo aquí cerca (ya es hora de dar nombres) a Jimmy Cliff cantando esa canción, y otras que a los primeros acordes uno reconoce como oídas, como vividas

Canta para que podamos decir que sí, que ese tiempo lo vivimos, que el recuerdo no es imaginado, y que despúes de todo sigue vivo

viernes, 19 de agosto de 2011

pre-escritura

escribir es un proceso por partida doble: cuando se hace y antes de hacerse, esta fase previa responde casi (hablo de mí, claro) a un estado físico y mental, un saber que ha llegado el momento, pero entonces ir demorándolo hasta que la cosa acaba saliendo por puro hartazgo, como una rebelión contra uno mismo, porque ya tiene que salir, un proceso interior, el miedo del funambulista antes de subir al alambre

jueves, 18 de agosto de 2011

hablar

hablar es mucho más que juntar palabras
el hablar no se ciñe a un significado, la palabra sí (la palabra obliga, constriñe, atrapa, el hablar no)
las palabras pueden fracasar, pero eso jamás ocurrirá con el hablar
(esta noche, sin lágrimas de San Lorenzo -la culpable esta vez es la luna- como las anteriores, allá arriba, hablando y escuchando)

miércoles, 17 de agosto de 2011

ritual

la regularidad de una acción, prefijada al principio a través de unos parámetros concretos (deseos, anhelos, expectativas...) se convierte con el tiempo en costumbre (aún hasta cierto punto forzada por la promesa inicial, por el temor a interrumpir o a incumplir lo marcado inicialmente), pero cuando de la costumbre se llega al ritual el popósito inicial queda justificado
esto es lo que ocurre desde el 1 de mayo, y el ritual es placentero, es un fin en sí mismo, hasta ese temor (a veces) al equivalente cibernético del manido folio en blanco, hasta eso, es parte del ritual de cada noche
y ahora a dormir

martes, 16 de agosto de 2011

un deber (píldoras de auto-autoayuda #1)

hay mucha confusión al respecto: no es un derecho, ni una aspiración, ni un proyecto, ni un fin, ni un premio otorgado por los dioses, es mucho más sencillo que todo eso, y no depende de nadie más que de uno mismo. Un deber, el deber de ser feliz.

lunes, 15 de agosto de 2011

contabilidad

anotación en el libro mayor: finalizado en fecha de hoy, 15, o ya 16 de agosto de 2011, Y.S.A., quinta etapa del proyecto J.

(la felicidad de terminar lo que hace nada no existía más que en vagas notas, este silencio lo merezco, alguien me lo debe estar enviando, y debo mostrarme agradecido)

domingo, 14 de agosto de 2011

sábado, 13 de agosto de 2011

interaccionando

la realidad se va pareciendo a la ficción (basta con escarbar un poco para comprobarlo) y la ficción hace lo propio con lo real, y ayuda a entenderlo... de momento aún es posible diferenciar ambas dimensiones

[gracias a L. por su contribución de anoche, a distancia]

viernes, 12 de agosto de 2011

jueves, 11 de agosto de 2011

órbita

pasea en su órbita, blanca, resplandeciente, en su plenitud máxima, esa luna de agosto, como quien da una vuelta nocturna, en estas horas que no parecen contar (en estas deshoras), desplazándose hacia el sur
contemplarla es una buena manera de despedir este día

miércoles, 10 de agosto de 2011

los grillos

se entregan al canto en esta suave noche de verano
no hay más que una nota insistente, repetida hasta la extenuación, horas y horas
y sin embargo jamás cantan la misma canción

martes, 9 de agosto de 2011

intensidad

la del cielo a esta hora de madrugada, en tierra de nadie, en que salgo a la calle con los desperdicios del día en esa frontera entre lo que permanece y lo que se transforma y purifica
y esas nubes blancas, enormes, densas e intensas, como si quisieran decir algo
una advertencia, una señal

lunes, 8 de agosto de 2011

epitafio

paseando para purgar algún exceso reparo en la luna creciente y pienso en qué epitafio ponerle a este día
y solo se me ocurre una pregunta: ¿es posible sentir nostalgia por lo no pasado, por lo no vivido?

domingo, 7 de agosto de 2011

un clásico

el ciclo bergman continúa, muy lento, uno al año, pero denso
la pregunta es casi siempre la misma, con admiración y un punto de verguenza: ¿y cómo no había visto yo esto aún? pero tampoco está mal verlas ahora, con ojos distintos, es como verla dos veces
la escena en que tras conocer la muerte de su hija derriba un abedul, original manera de narrar la rabia, y esa agua purificadora que brota (el manantial) cuando levantan el cuerpo...

sábado, 6 de agosto de 2011

leer

en esta noche de verano las estrellas trazan en el cielo una linea de puntos
miro arriba admirado por el fulgor de esos puntos titilantes
si pudiera leer lo que dicen ya no leería nada más

viernes, 5 de agosto de 2011

el alma de los libros

en la penumbra que envuelve a la habitación, alejados del calor y la luz del flexo, oyendo, como yo, los silencios de la noche (y ese rumor electrónico del instrumento con que la entrada se va haciendo), apretados unos contra otros, con sus tesoros, grandes o menudos, en el seno de cada uno, formados por el orden de la lengua en que fueron escritos, y sin más rangos que los del orden alfabético, me contemplan los libros
algunos, comprados en un impulso pasajero, aún no han sido leídos y puede que se pregunten con cierta melancolía(es justo que lo hagan) si algún día se posarán unos ojos sobre sus páginas y serán llevados al jardín, o a la playa, o al cuarto de baño, o a una mesilla de noche, y si rodarán por el suelo cuando el lector sea vencido por el sueño
justo es, también, preguntarse si tienen alma

jueves, 4 de agosto de 2011

arena

como en la canción que cantamos hace un rato, el hombre de arena vendrá pronto a repartir sus sueños, así que...

miércoles, 3 de agosto de 2011

dioses

tres gatos sobre el contenedor abierto de la basura, cada uno en un lado del cubículo, haciendo equilibrios como un funambulista, husmeando posibles tesoros, los tres se vuelven a mirarme (con esa mirada de curiosidad tan característica) al oír mis pasos retumbando en el pavimento de la calle desierta
en esa mirada de un animal a un humano y de un humano a un animal, media un abismo, un mundo insondable
tal vez han reconocido (me contemplan serenos, moviendo los rabos como esos polis de película muda que agitan su porra,me siguen con la mirada sin acabar de decidir si soy o no una amenaza)tal vez intuyen que yo adoro a los de su especie y tengo el honor de convivir con uno de ellos, un venerable gato anciano
los antiguos egipcios, que eran gente sabia, los convirtieron en dioses

martes, 2 de agosto de 2011

Preparativos

Creo que esto ya lo tengo dicho, pero da igual, insisto: la vida se nos va en preparativos, en planificaciones, en evaluaciones, como si así pudiéramos convertir las cosas en permanentes
Pero todo es evanescente, todo dura un momento (a veces parece que ese momento vuelve, sí, pero ya no es el mismo), esa es la única ley

lunes, 1 de agosto de 2011

cómputos

quién no tiene la manía de llevar las cuentas de algunas cosas
todos lo hacemos más o menos
los años, sin ir más lejos (tal vez viviríamos mejor si ignorásemos nuestra edad)
yo, por ejemplo, llevo el cómputo de los libros leídos (o un quasi-cómputo, porque no me sé el número, pero los anoto, título y autor, y no costaría sumarlos
los días, los meses, los años... es difícil huir de eso, ese cómputo (la organización, la domesticación del tiempo) está en la base de todo
hacer cuentas es una pura expresión del ser racional, pero...
¿y si las cosas llevaran también su cómputo?
yo registro los libros que he leído, los caminos que he recorrido, los mares en que me he bañado, y ellos tal vez, los ojos que se han posado sobre sus páginas, los pasos que se han dado, los cuerpos que se han sumergido en ellos
¿quién llevará mejor las cuentas?