martes, 10 de mayo de 2011

Los barcos silenciosos alineados en el horizonte, escrutando con sus luces los misterios de las aguas, mientras la tarde pierde su color. Ese instante en que, muy juntos, a un lado está la tarde que se ha ido y al otro la noche que llega.
Qué hermoso este silencio, acotando la música de este teclado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario