en las postinearías de este día
una visita furtiva a este espacio sin espacio
a este tiempo sin tiempo
o sea: una marca en la corteza de ese árbol de raíces incontrolables
(mi gato, experto en metafísica, juega conmigo al escondite, asomando tras la pantalla del ordenador -que en su realidad gatuna no es sino agreste paisaje- su cara y sus patas amenazantes)
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